martes, 11 de agosto de 2009

El juego de tu vida

Uno de los recursos que la televisión ha usado asiduamente desde sus inicios es el de los concursos de preguntas y respuestas. El formato tradicional, ejemplificado en películas como "The quiz show" y "Quien quiere ser millonario" o en el mítico "Martini pregunta", es el de premiar la cultura general o bien la erudición en un determinado tema. Ha habido de todo, desde el plin plin plin de Héctor Larrea hasta el exigente concurso de Martini dónde podían llegar a preguntarte qué le dió de comer Aparicio Saravia a su caballo la mañana de Masoller. Con la llegada del reality la cosa ha cambiado bastante. Ahora ya no interesa lo que el concursante sepa, sino el concursante en sí mismo, su intimidad, lo que piensa, lo que hace. Se trata de someter a conejillos de indias a experimentos filmados para después enfrentarlos al juicio de un tribunal que pueden ser sus propios compañeros o el público. Uniendo la tradición del concurso de preguntas y respuestas con el furor del reality aparece "El juego de tu vida", programa español donde los concursantes son sometidos a preguntas comprometedoras que deben responder con la verdad para seguir en el concurso hasta llegar al premio máximo de 100000 euros. Sólo vi el programa una vez, y no creo que vuelva a hacerlo, y no me quedó claro el procedimiento para establecer si una respuesta es verdad o mentira. Supuestamente se usa un polígrafo, pero el concursante no tiene a la vista ningún electrodo o mecanismo conectado a su cuerpo. Aún si así fuera, este aparatejo no es totalmente fiable(hay quien dice que puede tener una precisión de un 95% pero eso igual deja un margen de error por mínimo que sea). También se dice que el programa tiene un grupo de investigadores encargados de averiguar los detalles escabrosos de la vida del participante. En todo caso la decisión del programa es inapelable.Una voz en off se encarga de decir "eso es mentira" o "eso es verdad" al mismo tiempo que aparecen las palabras verdad o mentira en una pantalla. Muy simple. El programa parte de la base de que todos ocultamos algo y de que hay gente capaz de cualquier cosa por plata. Me resulta difícil decir si todo es verdadero o pura ficción y los concursantes y sus familiares son sólo actores siguiendo un libreto. Usando el sentido común habría que inclinarse por lo último porque¿quién puede estar dispuesto a arruinar su vida y la de sus seres queridos a cambio de algunos billetes? Reconociendo que sí, que hay gente capaz de cualquier cosa por plata, el monto del premio parece poco para el sacrificio exigido. Hay gente que ha confesado desear la muerte de su padre o madre, que le puso los cuernos a su pareja, que sintió verguenza de ésta en algún momento y hasta que cometió algún delito(por ahora robos y fraudes pero quién sabe, quizás alguno se anime a confesar un homicidio). Todo esto mientras el progenitor o el cornudo/a en cuestión asiste a la confesión a pocos metros con una cámara registrando cada signo de decepción, rabia y dolor. Mientras, en su casa, el televidente se mata de risa. El concursante no tiene escape, puede negarse a responder pero eso no mejora las cosas(¿Le da asco su marido? Prefiero no responder. ¿Qué puede pensar el marido?), y si responde algo que no lo deje mal parado invariablemente pierde, lo que equivale a la confesión(¿Le pegó alguna vez a su madre? No. ESO ES MENTIRA.)Quizás si pagaran al menos medio milloncito el programa sería más creíble(todos somos putos, sólo tienen que encontrarnos el precio, decía una sabia frase). Pero quién sabe, quizás todo sea real después de todo. Si es así hay que reconocerle al juego de tu vida el mérito de haber alcanzado un nivel difícilmente igualable de degradación de la dignidad humana. Merece sin dudas un puesto destacado en el ranking de la televisión basura. Recomendable para que lo vean los niños, así van viendo cómo es la gente.

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